Johnnie Walker Black Label es un whisky escocés resultante de la cuidada mezcla de más de 40 diferentes whiskies, cada uno añejado al menos durante 12 años.
El etiqueta negra de Johnnie Walker es un whisky de granos de cereal y cebada, siendo la mayoría whiskies individualmente, a excepción de unos pocos, que se elaboran exclusivamente para esta mezcla.
La historia del whisky Johnnie Walker Black Label, con una graduación alcohólica del 40,0%, parte en el año 1857, momento en el que el hijo de John Walker toma el control del negocio y decide lanzar, con el clásico estilo ahumado de su padre, algunos whiskies. Sería en el año 1867 cuando registrara el más inmediato precursor y antecesor del actual Johnnie Walker Black Label.
En nariz este whisky resulta afrutado y dulce, con algunas notas a turba. En boca destacan las pinceladas a mantequilla y vainilla que acompañan al recuerdo de grano y roble, sin dejar a un lado el equilibrado final a sutil humo.