El atún, cortado en pequeños dados, ofrece una textura tierna y un sabor puro y delicado, resaltado por su preparación en crudo.
El cremoso de mango, suave y dulce, aporta un contraste tropical que equilibra la intensidad del pescado, mientras que el tajín, una mezcla de especias marroquí con notas picantes, cítricas y ligeramente ahumadas, añade un toque de complejidad y chispa.
Este plato es una explosión de sabores frescos y contrastantes, ideal como entrante sofisticado o para una experiencia culinaria llena de matices